El Té Oscuro
Este tipo de té, se obtiene por proceso de sudoración que provoca una fermentación no enzimática, distinta de la oxidación de los tés negros. Este tipo de té es el único que experimenta una verdadera fermentación, análoga a la fermentación alcohólica que ocurre en el vino.
Antes de enrollarlas, las hojas son sometidas a un tratamiento de tostado específico que destruye la mayor parte de las enzimas. El tostado se realiza en barreños de metal calentados a 280 °C – 320 °C, donde se colocan las hojas para después cubrirlas con paja. La paja evita que el vapor se disperse y permite que se cocine la masa. Todo esto es indispensable porque las hojas empleadas son bastante viejas, y por tanto bajas en agua. Durante esta operación, la cantidad de teína (cafeína) disminuye. Después de realizar un primer enrollado, las hojas son dispuestas en una pila de aproximadamente un metro de alto y cubiertas con una tela húmeda que mantiene un grado higrométrico de 85%. Este es el proceso de sudoración. Dura aproximadamente 24 horas y se puede renovar varias veces. El espesor de la pila y el tiempo de sudoración tienen consecuencias importantes sobre el té obtenido, cuyo perfume será más o menos intenso. Frecuentemente se pueden encontrar tés oscuros comprimidos en ladrillos o en forma de nido. Son igualmente los únicos tés que mejoran con el tiempo; la edad de estos tés constituye en ocasiones un argumento de peso en las subastas.