En 1972, la isla de Ceylan toma el nombre de Sri Lanka, pero el nombre permaneció en el mundo para designar un té de este país, reconocido por su gran calidad, datando del Imperio británico,. Tercer productor del mundo, Sri Lanka, la llamada“la isla del té”, produce más de la mitad del té negro que se consume en Francia. Introducida por los ingleses en 1857, el verdadero desarrollo de la planta de té ocurrió a partir de 1870: la total destrucción de las plantaciones de café que cubrían la isla entera por un parásito ocasionó que al año siguiente se extendiera el cultivo de té por toda Sri Lanka. Los tés de Sri Lanka provienen de seis regiones de producción, localizadas al sur de la isla, y crecen a alturas crecientes desde el nivel del mar hasta 2500 metros.

Las temporadas de cosecha varían de un región a la otra, según el paso del monzón  cada  año. El té de Sri Lanka es reconocido por su soberbio color cobrizo y su perfume fuerte y picante. En lo que se refiere a su sabor, el té es notablemente diferente de una región a la otra, siendo los tés de altura frecuentemente los mejores. Al igual que en India el cultivo de té se clasifica por jardines, cuyo nombre es especificado cuando el té proviene exclusivamente de alguno de ellos, sin haber sido mezclado con otros tés.