Consejos Prácticos

El camino hacia la taza de té perfecta

Para hacer buen uso de la hoja de té, es necesario conocer sus particularidades. Dependiendo de su procedencia, la temporada, la fineza de la cosecha o la costumbre local, el té no responde a los mismos criterios de preparación en materia de dosificación, tiempo de infusión, temperaturas e incluso de calidad de agua. En esta sección encontraras consejos prácticos para que puedas sacar el mejor provecho del té.

Conservando el té

 

El té se conserva mejor en un lugar fresco (menos de 25 °C) y seco, al abrigo de la luz, dentro de una caja metálica o de madera gruesa sin aroma, siendo lo ideal las latas con doble tapa completamente herméticas.

 

El té así queda bien protegido de los aromas en el exterior (ya que tiene el inconveniente de absorber fácilmente todo tipo de aromas) y los aromas volátiles se conservan adecuadamente.

 

Ciertos tés verdes japoneses delicados, tales como el gyokuro o los primorosos sencha primaverales, deben ser conservados en refrigeración, dentro de un compartimiento separado, en tanto que el Matcha japonés debe conservarse en el congelador .

 

Si bien el té no es un alimento perecedero, las cosechas tempranas deben ser consumidas dentro de los ocho meses siguientes a la recolección, ya que pierden muy rápidamente sus notas “frescas” constituidas por aromas de cabezas o corazón muy volátiles. Éste es el caso de todos los tés bonitos de primavera: tés verdes chinos o japoneses, tés blancos chinos, tés negros Darjeeling, pero también algunos Oolong chinos de otoño, tales como el Anxi Tie Guan Yin. Otros tés más resistentes, tales como los tés azul-verde fuertemente oxidados, así como la mayoría de los tés negros y oscuros, deben consumirse dentro del año, de lo contrario el aroma característico se empobrece y se incrementa  su amargura y astringencia.

 

Solo los tés oscuros se pueden refinar por varios años dentro de cavas especiales. Su sabor se vuelve más amaderado y los aromas se funden para formar una armonía. Esta evolución puede compararse con la de los aromas terciarios que desarrollan los vinos añejados en cavas.

La Preparación

 

Para hacer buen uso de la hoja de té. es necesario conocer sus particularidades.

 

Existen tantos modos de preparación del té como variedades. Dependiendo de su procedencia, la temporada, la fineza (le la cosecha o la costumbre local, el té no responde a los mismos criterios (le preparación en materia de dosificación, tiempo de infusión, temperaturas e incluso de calidad de agua.

 

Por lo tanto, cada vez que compran tés en Caravanserai, le proporcionaremos los consejos apropiados y específicos, necesarios para una correcta preparación.

 

Estas son las dos reglas de oro" para preparar un buen té, así como el método común en tetera:

 

1: La Calidad del Agua Es esencial y puede considerarse que abarca el 50% del éxito del té. Esta es la base que le permite expresar todo su potencial:

 

• Es necesario usar agua fresca, con pH neutro. poco calcárea o ligeramente ácida, y con pocos elementos minerales.

 

• Es necesario consagrar un recipiente para calentar el agua. ya que ésta absorbe fácilmente todos los olores de cocina.

 

2: La Temperatura del Agua

 

Sin importar el té que va a degustarse, nunca debe usarse agua por encima de 95°C. ya que esto degrada la hoja de té, ni tampoco agua que ha hervido durante varios minutos. En efecto. la ebullición disipa el oxígeno diluido en el agua. el cual aporta al sabor de la infusión.

 

La temperatura del agua varía según el tipo de té.

 

3: El Recipiente

 

Éste debe enjuagarse y calentarse con un poco de agua hirviendo, agitandolo por algunos segundos antes de de desechar este líquido.

 

Los recipientes pueden clasificarse  en dos categorías: los fabricados con materiales porosos, tales de como el barro, y con materiales no porosos tales como loza, porcelana, metal (hierro fundido, estaño, plata,...), o vidrio.

 

Los recipientes de barro, o de materiales porosos, se impregnan en cada infusión con los aromas del té, por lo que están destinados a ennegrecerse con el tiempo; en consecuencia, se les procura utilizar para un solo té. Éste deberá ser lo bastante amaderado para que el recipiente absorba parte de los aromas, redondeando y enriqueciendo el licor al mismo tiempo. Este tipo de contenedor es ideal para todos los tés negros y oscuros, y para gran parte de los tés Oolong.

 

En lo que se refiere a recipientes de materiales no porosos, se puede elegir ennegrecerlos para usarlos siempre para el mismo té. Para este fin, después de cada infusión se pasa el recipiente justo bajo el agua caliente sin frotar la capa de taninos que se está formando, y se deja secar al aire. O bien, para que se puedan usarse para múltiples tés, después de cada uso, se limpia con cuidado con agua caliente corriente, sin detergente, y después se pasa un paño limpio sobre las paredes para eliminar la capa de taninos. El hierro fundido y la porcelana conservan el té caliente durante más tiempo; el vidrio permite observar la infusión.

 

4: La Dosificación

 

La dosificación se expresa en peso, no por volumen: 2 gramos por 10 centilitros de agua. Es inútil agregar una dosis para la tetera. Al contrario, al preparar la infusión en un volumen más grande, es posible reducir la dosis necesaria. Por tanto, para preparar medio litro de té, se pueden poner solamente 8 gramos (en lugar de 10g).

 

5: El Tiempo de la Infusión

 

Es una etapa crucial para lograr el té. Por ejemplo, un té negro de primavera “olvidado” es imposible de beber, en tanto que cuando se le deja en infusión el tiempo  correcto, es fuerte y sutil.

 

Con frecuencia, el color de té, y a su vez su origen, o la temporada de la cosecha, determinan el tiempo de infusión, pudiendo ir de un minuto hasta más de 6 minutos.

Método común en tetera tradicional en 5 pasos:

 

1: Calentar la tetera

 

Vertir poca agua caliente en la tetera. Remover hasta que se caliente y dejar reposar algunos segundos.

 

2: Medir la dosis de té en función de sus particularidades y el volumen del recipiente.

 

Poner el té en el filtro de la tetera o en un filtro de papel sin cloro  o un calcetín de tela o cualquier bola de té de metal del tamaño suficiente para no comprimir las hojas al rehidratarse. Colocar el  filtro en la tetera y tapar. Dejar reposar un minuto. La hoja empieza a liberar su aroma.

 

3: Vertir el agua en la tetera a la temperatura adecuada según el tipo de té.

 

4: Dejar reposar el tiempo recomendado según la naturaleza del té.

Al alcanzar el sabor deseado, sacar el filtro. De lo contrario, la bebida se vuelve amarga o astringente. Sin embargo, hay que observar que un té con menos tiempo de infusión será más fuerte en teína.

 

5: Remover y servir.

 

En los tés negros, si agrega una nube de leche, se recomienda usar leche descremada.

 

Se pueden agregar ingredientes al té, tales como la leche y el azúcar, que juegan el papel de “suavizantes”:

 

Leche: La costumbre de agregar leche al té se generalizó en Inglaterra desde el siglo XIX, con el fin de atenuar la amargura de ciertos tés. Efectivamente, a nivel químico las proteínas de la leche redondean  ciertos taninos del té responsables de la aspereza y la amargura, por lo que el té parece más suave.

 

Para que esto funcione, se debe vertir primero la leche en la taza para diluirla con el té caliente, para que éste se enfríe al contacto con la leche. De lo contrario, al agregar la leche al té caliente, las proteínas de la leche se degradan por el calor.

 

Azúcar: Para percibir mejor los delicados aromas del té, es preferible no agregarle nada de azúcar. En efecto, el azúcar redondea todos las aromas del té y por lo tanto hace que la infusión sea mas “simple”; asimismo, disminuye su amargura. Pero en ciertos casos, especialmente con tés negros o Oolong fuertemente oxidados, al agregar azúcar no se altera demasiado el licor y puede hacer que sea mas accesible para quienes no soportan los sabores amargos.

¿Como Desteinar su Té?

 

¡Nada más sencillo que desteinar su propio té! Esto se puede hacer con todos los tés sin excepciones:

 

• Vertir el agua caliente a la temperatura adecuada sobre de las hojas y dejar en infusión durante 30 segundos.

 

• Después de 30 segundos desechar el licor.

vertir otra vez agua sobre las mismas hojas y dejar en infusión normalmente.

 

La teína se dispersa en los primeros segundos de la infusión. Así que al desechar esta agua, se elimina la teina. Sin embargo, seria una pena de desteinar un té excepcional, ya que perdería algo de su carácter.

Preparando un Té Helado

 

• Poner 8 a 10g de té en infusión en un litro de agua a temperatura ambiente durante toda la noche. El té obtenido será fuerte y tendrá un sabor muy pronunciado.

 

• Poner luego en el refrigerador.

 

Esta receta conviene particularmente para los tés negros de origen. Al momento de servir, adornar de una rodaja de naranja o de limón verde.

 

• Para los tés y mezclas perfumadas, se conseja colocar 15 a 20 gramos de té en infusión durante una hora para las mezclas a base de té negro y durante una media hora por las mezclas a base de té verde.

 

• Refrigerar después.